miércoles, 13 de noviembre de 2024

Matilde Sánchez Sánchez, memoria agradecida.


En esta lluviosa mañana, con profunda tristeza, pero también con un inmenso agradecimiento, la Comunidad Parroquial de Santa María ha recibido la inesperada noticia del fallecimiento de Doña Matilde Sánchez Sánchez, una mujer de fe inquebrantable y corazón generoso que dedicó su vida a servir a los demás. La huella de su entrega se extiende desde mediados del siglo pasado hasta la actualidad, un extenso periodo en el que Matilde, de manera discreta y sencilla se convirtió en uno de los puntos de referencia de nuestra parroquia.

La dedicación de Matilde a nuestra Comunidad ha sido inabarcable y se ha expresado en múltiples facetas. Como coordinadora de catequesis, no sólo ha guiado a muchas generaciones de jóvenes en su camino de fe, sino que también, con igual devoción, coordinó a las niñas que formaban parte del grupo de “Hijas de María”. A través de esta labor, se aseguró de que las más pequeñas de nuestra parroquia encontraran en la Virgen Inmaculada una guía desde la más tierna infancia, sembrando en ellas valores de amor, bondad y compromiso.

En el ámbito litúrgico, Matilde ha participado con esmero en la ornamentación del templo, contribuyendo, con enorme gusto y primor, a embellecer nuestras celebraciones. Fue también una de las iniciadoras del coro parroquial y ha colaborado generosamente en las cofradías, así como en una interminable lista de labores que la mantuvieron siempre ocupadas en su amorosa dedicación. Cabe destacar que fue camarera de la Virgen de los Dolores desde que era casi una niña. De ella aprendió, como nadie, a asumir el dolor de la enfermedad con verdadera resignación cristiana.

Pero su servicio no se ha limitado únicamente a tareas visibles. Matilde también ha sido un apoyo silencioso para los que han acudido a la parroquia en busca de consuelo o de escucha. Con su cálida sonrisa y su trato cercano, ha contribuido a hacer de la Parroquia de Santa María una familia que acoge y aviva la llama de la fe. Para quienes la hemos conocido, ella ha sido el rostro del amor cristiano, siempre dispuesta a ofrecer una palabra de aliento o una mano amiga.

La vida de nuestra parroquia en las últimas décadas no puede entenderse sin la presencia constante, generosa y callada de Matilde Sánchez. Hoy, al despedirla, nos queda su ejemplo y el compromiso de seguir su camino de servicio, bondad y entrega. Que, bajo el manto protector de la Virgen María, Dios la reciba en su Reino y que su memoria siga inspirando nuestra comunidad, fortaleciendo en nosotros el espíritu de servicio que ella cultivó con tanto amor.

Gracias, Matilde, por tu vida y por tu ejemplo de fe fuerte, sencilla y comprometida.

martes, 5 de noviembre de 2024

Chelo Arjona, autora del lienzo dedicado al Beato Manuel Lozano Garrido, "Lolo"


El pasado domingo celebramos el DIES NATALIS del Beato Manuel Lozano Garrido, “Lolo”. En nuestra parroquia tenemos varias obras pictóricas del periodista de acción católica que nos legó un valioso testimonio de vida Cristiana desde el dolor y la enfermedad que le mereció la corona de gloria. Chelo Arjona, autora del cuadro junto a la obra y al Beato que tanto le inspira para su vida Cristiana.

Así nos describe Chelo Arjona su vivencia respecto de esta obra: LOLO, nombre bondadoso, sencillo, afable, humilde y alegre, como la persona a la cual me voy a referir. Cierto día me encontraba en casa y escuché el teléfono ¿quién será?, era D. Luis María Salazar, párroco de Santa María de la iglesia de mi pueblo,” Torredonjimeno”. Como el párroco conocía mi devoción por el arte pictórico, el motivo de la llamada era para pedirme si, haciendo uso de mi pincel, podía confeccionar un cuadro en torno a la figura de Lolo. Y cuál fue mi sorpresa cuando me enteré que este encargo estaba contextualizado en los actos que tendrían lugar en torno a la beatificación. La emoción me invadió, suponiendo un privilegio y una responsabilidad. El hecho de componer un cuadro para este evento supuso una dosis de motivación que llevaba aneja también una inusitada inspiración, pues, sin conocer a Lolo, supe qué es lo que tenía que plasmar de la figura de Lolo. Mi repuesta fue inmediata: sí. Estaba segura que encontraría los momentos oportunos y, con la ayuda de Lolo, junto a Jesús y María, me proporcionarían sabiduría e inspiración, necesarias para plasmar su vida en el lienzo. Ahora bien, pasado un tiempo, Don Luis María me presentó a Don Rafael Higueras Álamo, sacerdote que tuvo la magnífica oportunidad de haber permanecido 9 años junto a Lolo, hecho que lo refrendaban como gran conocedor de su vida. Fue una figura esencial, pues con su ayuda y a través de comentarios e interesantes lecturas de diversos libros escritos por Lolo, me empapé de toda su trayectoria vital: aceptación de su enfermedad, benevolencia, alegría, humildad y, en definitiva, su prolífica obra en torno al bien. Partiendo de esta fuente de información, empecé a esbozar el cuadro de Lolo:

Impregnando el fondo de éste encontramos un siena rojizo como fiel testimonio de su sufrimiento y padecimiento físico.

En los extremos o ángulos podemos ver representados a tres Ángeles:

➢ Uno lleva un rosario, siempre presente en la silla de ruedas de Lolo, como muestra de la devoción a Nuestra Madre del cielo.

➢ Otro lleva un libro en el que se puede ver una frase escrita por Lolo: “Amor en ti de mí, y en mí de ti, Señor”.

➢ Y el otro, sobre la parroquia de Santa María de Linares, pueblo que vio nacer a Lolo, lleva a Jesús Sacramentado, muy venerado también por Lolo, y desde una ventana de su casa, frente al sagrario donde con Fe y Amor él decía: "Ahora frente a frente con el Sagrario, voy a echar con ÉL un parrafillo". Esta Parroquia es donde reposan sus restos.

En el centro del cuadro aparece él, Lolo, con aspecto joven, sencillo, bondadoso, cordial y alegre, incluida su inseparable silla de ruedas que, debido a una parálisis progresiva a los 22 años, lo sentó hasta el final de su vida.

Su noble rostro aparece rodeado de resplandores del cielo que simbolizan el Espíritu Santo, como señal de su Sabiduría Divina que inspiran sus escritos y que también fortalecen su fervor eucarístico, enseñando a saber AMAR CON ALEGRÍA. Finalmente, el lienzo se completa con uno de sus libros postrado a los pies de su silla de ruedas y con un ramo de cinco rosas representando las CINCO YAGAS DE JESÚS, como emblema de su sufrimiento. Para mí fue un gozo poder haber realizado esta composición, que, acertada o no, está hecha con el corazón.

Lolo, te queremos, te llevamos en nuestros corazones, nunca te olvides de nosotros.

Termino pidiéndote LOLO que con tus oraciones nos guardes y nos fortalezcas, para continuar sonriendo y transformando nuestro dolor en LUZ DE FE Y ESPERANZA.

ROGATIVAS A NUESTRA SEÑORA DE CONSOLACIÓN POR LA SEQUÍA DEL AÑO 1616. LAS TENSIONES JURISDICCIONALES EN TORNO A LA RELIGIOSIDAD POPULAR

 Ildefonso Rueda Jándula  El traslado de la imagen de Nuestra Señora de Consolación desde su Santuario hasta la ciudad de Torredonjimeno, ...